domingo, 15 de junio de 2008

El virrey charro de Valladolid.


¿Cada cuál tiene lo que se merece? Seguramente.
Viene a cuento del Fernández Mañueco, quien manda en Salamanca. Desde hace años maneja las riendas de esta tierra en Valladolid. El señor Mañueco, con su cara de niño bueno, es una especie del 'virrey' del siglo XXI. A pesar de –por sus gestos– y por su imagen de no haber roto un plato es uno de los hombres más temidos (por tanto con más poder) en el PP.
Lo auparon a sus cargos los votos de los salmantinos, una vez sí y otra también; sin embargo él los ha abandonado y apenas mira para defender los intereses charros en Pucela. Ahí tienen como ejemplo las carreteras o infraestructuras que dependen de la Junta. Una ruina. Pero mientras hay tragar con políticos tan nefastos. ¿Nos los merecemos? Pues sí, porque una vez sí y otra también, los votan masivamente.

1 comentario:

Carlos Mateos dijo...

Mañueco es un político profesional, hijo del BOP y de la moqueta, que casi antes que carrito de niño tuvo coche oficial. Es un ejemplo de la plaga de funcionarios del poder, cuya única ideología es el sillón del gobierno o el de la oposición, en el peor de los casos. Así, sin mojarse más que con las babas de sus propias lamidas, se hace carrera en el PP o en el PSOE, que es lo de menos, sino en la partidura (la dictadura de los partidos). Lo peor es que ésto no lo puedes ni insinuar en nuestros periódicos, porque al día siguiente llama el jefe de prensa (ese mismo que te sugiere que le entrevistes cuando está en un acto de un ascenso de la UDS o similares), o Mañueco in person. Y para evitar esos telefonazos, ya hay quienes te advierten que ni él, ni Herrera, ni a Melero salvo excepciones, ni.... pues eso, que hablemos de las nubes. Lo que no se dan cuenta, es que así los políticos han acabado siendo una casta aparte, maldita por el pueblo hastiado, y que si no nos apartamos de ellos, los periodistas formaremos parte de la misma pelota hedionda que supura mierda, autocomplacencia y corrupción.